Sonrie
No, no maduraste, simplemente te amoldaste
Aceptaste que tus sueños e ideales de juventud serán imposibles de realizar
Así, en el tránsito a tu supuesto éxito profesional los pateaste, pisoteaste y sepultaste bajo la eficiencia
Bajo el compromiso
Bajo el trabajo digno; prestación impersonal en la cual subordinas tus ímpetus, tu coraje, tu misfitniana actitud
Terminaste por descubrir que el único beneficio resultó ser el pecuniario y a través de la compulsiva contratación de bienes y servicios mantienes la remota esperanza de atrapar la permanente sonrisa que portaban aquellos extraterrenales personajes
No, no maduraste, simplemente te resignaste
A una relación de supuesto amor, calco de todas las uniones interpartes con contenido sexual que han existido, que existen y existirán.
Te sometiste a los halagos innecesarios
A las frases previsibles
A los silencios infinitos
A los gélidos tocamientos
A mentirle a los demás y a ti mismo que aun te extravías en sus ojos
Que te maravilla amanecer a su lado
Que la sigues amando igual que el primer día.
La terca objetividad es que ahora los fanales se apagaron y percibes en ellos la misma extenuación que encuentras en los tuyos
Que millones de veces hubieras preferido no despertar, o mejor aún, que ella no lo hiciera para así no compartir otro día redundante
Que el amor caducó mucho más rápido de lo que creías, para transformarse en una mediocre composición de frívola amistad, elegiaco sexo e insoportable diversión
No, no maduraste, simplemente te normalizaste
A la vida en hogar
A la sensatez y responsabilidad
A ser el rey de un castillo donde realmente eres un esclavizado, quizá un bufón
Proveedor de efectivo que a pesar de tus desmedidos afanes, parece nunca alcanzar
De consejos que no aplicas
De valores que no funcionan
Sobredimensionando tu papel en la formación de quienes solo son tuyos emocionalmente un brevísimo lapso, quienes aprehenderán el deber ser para transformarse en una versión atrofiada de ti mismo
No, no maduraste, simplemente te acomodaste
A la sociedad que cuestionabas
A sus usos, maneras y disfuerzos
Al sistema de gobierno donde terminan por decidir los idiotas
Al sistema económico donde eres poco menos que una cifra
Al Leviatan donde se valora más el entretenimiento sin contenido que el conocimiento constructivo
No, no maduraste
En realidad estas en continua putrefacción
Deambulando por el camino que millones ya transitaron
Sendero adornado por lo predecible
Lo frecuente
Lo irrebatible
Lo dulcemente mortal